Weekend

El jueves tuvimos recepción en casa del Embajador con toda clase de mandamases. Mucho glamour se respiraba. Nosotros unos becarios pringaos aprovechando para jalar como preas y tomarnos unos vinates by the face. Después al garito de moda todos trajeados. La fiesta se prolongó hasta altas horas de la noche, cosa que sufrimos al día siguiente en la oficina. Pero llegaba el finde y teníamos que aguantar.
Después de currar, fui a echar una pachanguita de futbol a un campo lo más parecido al futbol-7 de hierba artificial. Una nave de 3 plantas con un campo en cada una. Nosotros jugamos en la más alta. A los 5 minutos ya notaba lo que es hacer deporte a 2.600 metros de altura, una presión en el pecho increíble. El dolor se prolongó hasta el día siguiente, pero necesitaba correeer! Al final Colombia 3- España 5.
Llegó la noche y con ella la rumbaaa. Mi compi y yo nos fuimos a bailar un poco de reguetón que el cuerpo ya lo pedía, jaja! Como mola eso de no tener ni papa de bailar. Pero antes a estrenar la botella de Ron de Caldas de 2 litros y 1/2 recién comprada. Al día siguiente pues un poco más de lo mismo, pero al garito de moda que está en el piso 42, del Hilton de Bogotá, el "chacha". Allá fuimos nosotros como buenos gringos a intentar entrar. Después de 20 minutos en taxi, procedimos al abordaje del portero de turno, recibiendo un NO por respuesta. "Somos de la Embajada","Conocemos a pepito". !qué no koño¡. Asi que nos piramos.

El lunes festivo fuimos a Usaquen,

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